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Perspective

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Establecer prioridades usando el “pensamiento sistémico” en la Cumbre sobre los ODS

Si bien cada pequeño avance en los ODS para 2030 es importante, las soluciones rápidas y fáciles pueden no ser el mejor lugar para enfocar los esfuerzos de los Estados miembros. Se requiere un enfoque de pensamiento sistémico para determinar dónde priorizar la acción para acelerar el progreso en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Nina Weitz, Therese Bennich, Henrik Carlsen / Published on 14 April 2023
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Foto: dozet, iStock / Getty Images Plus

Visión general

  • Todos los ODS necesitan atención, ya que los 17 Objetivos son indivisibles e integrados, pero en cada contexto, algunos Objetivos son más importantes que otros para impulsar el progreso.
  • A la hora de establecer prioridades para acelerar los ODS, los Estados miembros deben tener en cuenta el papel sistémico que tiene cada objetivo.
  • La comunidad científica tiene ahora un importante papel que desempeñar para apoyar la apropiación del pensamiento sistémico y aportar formas prácticas para incorporarlo en la formulación de políticas, en apoyo de la aceleración de los ODS.

Previo a la Cumbre sobre los ODS de las Naciones Unidas que se celebrará en Nueva York, el próximo mes de septiembre, los Estados miembros de la ONU deben decidir sus prioridades para acelerar el progreso hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los Estados miembros pueden priorizar algunos Objetivos por encima de otros, para impulsar el progreso de la Agenda 2030. Para poder hacerlo, sin dejar de cumplir el compromiso de alcanzar todos los ODS, deben incorporar el “pensamiento sistémico” a los ODS y a los procesos nacionales de toma de decisiones y formulación de políticas.

Los ODS son indivisibles, lo que significa que es necesario avanzar en los 17 Objetivos para construir un futuro sostenible. Dado que muchos de los Objetivos están interrelacionados, uno o un grupo de Objetivos pueden tener la capacidad de “impulsar el progreso” y hacer que el desarrollo sea más sostenible en varios Objetivos o incluso en todos. Al mismo tiempo, algunos Objetivos merecen una atención adicional, ya que están más aislados y no recibirán dicho impulso por parte de otros Objetivos, mientras que otros pueden incluso verse limitados por el progreso en otro Objetivo. La interacción entre los Objetivos es importante, pues los Estados miembros aspiran a alcanzarlos todos, al tiempo que reconocen que, en cada contexto, el progreso en algunos Objetivos será más importante para acelerar los ODS que en otros.

A pesar de la naturaleza indivisible e integrada de los Objetivos, hasta la fecha no hemos visto que se aplique ampliamente el pensamiento sistémico a los ODS. Nosotros sostenemos que, aunque la priorización pueda parecer una selección de objetivos a conveniencia, puede llevarse a cabo de forma que se generen acciones de gran alcance en toda la Agenda 2030. Los Estados miembros tienen la responsabilidad de avanzar en los ODS, y pueden ganar mucho si consideran el papel sistémico que desempeña cada objetivo dentro de la Agenda 2030. En un contexto geopolítico cada vez más desafiante y en un mundo que cambia rápidamente, los tomadores de decisiones deben replantearse su enfoque a la hora de establecer prioridades en el próximo semestre.

Priorizar para lograr un mayor impacto

La Agenda 2030 sigue siendo un marco ambicioso y unificador para el desarrollo sostenible mundial, que probablemente no se aprobaría hoy. Los Estados miembros deben aprovechar esta oportunidad y cumplir con su responsabilidad de avanzar todo lo posible en todos los ODS hasta 2030. La tentación será ejecutar las acciones más fáciles para mostrar el progreso, lo que puede ser contraproducente.

Priorizar el progreso en los ODS que son más fáciles de alcanzar o porque sirven a intereses políticos o económicos a corto plazo no nos llevará lejos en el logro de la visión de la Agenda 2030, y podría amenazar el progreso en otros Objetivos. El pensamiento sistémico puede ayudar a establecer prioridades para las acciones en los ODS mostrando las interacciones, resaltando tanto las sinergias como las compensaciones entre los Objetivos. Ver el conjunto y comprender las relaciones, en lugar de dividir los sistemas en partes separadas, es el pensamiento sistémico básico.

La relación entre los Objetivos varía en cada contexto. Los resultados de nuestro trabajo con la herramienta SDG Synergies en Suecia representan un ejemplo en un contexto específico de cómo la adopción de una visión sistémica puede capitalizar la forma en que interactúan los Objetivos indivisibles. Nuestra herramienta ofreció a los responsables de la toma de decisiones una serie de perspectivas sobre el impacto sistémico de los Objetivos. Descubrimos que el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles) era el que tenía el impacto más positivo en el progreso de los 17 ODS para Suecia. Los siguientes Objetivos con mayor impacto fueron, en orden descendente, las alianzas para los objetivos (ODS 17), la educación de calidad (ODS 4), la paz, la justicia y las instituciones sólidas (ODS 16) y la acción por el clima (ODS 13).

Si bien estos cinco Objetivos se consideraron importantes aceleradores del progreso en todos los ODS en Suecia, nuestros resultados también mostraron las compensaciones que el progreso en estos Objetivos altamente sinérgicos generaba para otros ODS. Vimos que el agua limpia y el saneamiento (ODS 6), la vida en la tierra (ODS 15), la energía asequible y limpia (ODS 7), el consumo y la producción responsables (ODS 12), la acción por el clima (ODS 13) y la vida bajo el agua (ODS 14) se vieron afectados. Ver cómo el ODS 13 puede servir para acelerar el progreso en el conjunto del sistema, plantear compensaciones con algunos Objetivos y verse influido negativamente por el progreso en algunos de los otros Objetivos aceleradores ilustra la complejidad de los ODS como sistema. Con nuestra herramienta, pudimos mostrar qué ODS recibieron un fuerte impulso por el progreso en otros Objetivos y, por lo tanto, es posible que no necesiten muchos esfuerzos específicos. También pudimos identificar los Objetivos que no recibirían ese impulso gracias a los avances en otros ODS y que, por tanto, corren el riesgo de quedarse rezagados.

Este tipo de análisis, basado en la forma en que interactúan todos los Objetivos, puede ayudar a los responsables de la toma de decisiones a ver las repercusiones en todos los ODS al avanzar hacia determinados Objetivos. Esta información es necesaria para orientar el establecimiento de prioridades y centrar las acciones donde los impactos sean más positivos, evitar costes innecesarios por errores y equilibrar las necesidades de todo tipo de partes interesadas, desde la sociedad civil hasta las empresas, entre otras. SDG Synergies no es la única herramienta que ayuda a aprovechar las interrelaciones de los ODS. El modelo iSDG, la herramienta de análisis y visualización de las interrelaciones de los ODS y otras proporcionan evaluaciones con base científica que pueden ayudar a los responsables políticos y otras partes interesadas a ver el panorama completo mientras priorizan los próximos pasos.

Ver la Agenda 2030 en su conjunto

Un reciente documento de elementos de las Naciones Unidas que apunta al contenido final de la declaración política de la Cumbre sobre los ODS indica que los Estados miembros quieren proteger los principios de integración e indivisibilidad en el futuro. Creemos que estos son signos de un creciente pensamiento sistémico y de la toma de conciencia sobre el papel sistémico de los Objetivos, y un resultado importante de las conversaciones generadas por los ODS. El pensamiento sistémico puede complementar las preocupaciones acerca del estado de los objetivos individuales, el riesgo de que no se avance en su cumplimiento, la viabilidad financiera considerando el costo de la inacción, la rentabilidad y el rendimiento de las inversiones, así como las opciones tecnológicas y de gobernanza, junto con el panorama político y normativo más amplio. Sin embargo, es importante destacar que el pensamiento sistémico no puede sustituir completamente estas preocupaciones.

Las Naciones Unidas y los Estados miembros deben aprovechar ahora la creciente toma de conciencia sobre la importancia del pensamiento sistémico, con esfuerzos para apoyar una mejor apropiación de este enfoque y formas prácticas de operacionalizar el pensamiento sistémico durante la segunda mitad de la implementación de los ODS. Ese esfuerzo podría dar sus frutos a largo plazo, convirtiendo los ODS en una plataforma de lanzamiento para el pensamiento sistémico que promueva el desarrollo sostenible más allá de 2030.

Recomendamos lo siguiente:

  • Poner en práctica el pensamiento sistémico como parte integral del establecimiento de prioridades y la formulación de políticas para la aceleración de los ODS.
  • Encontrar herramientas y métodos con base científica para el pensamiento sistémico que puedan ayudar en la formulación de políticas. La comunidad científica puede proporcionar apoyo adicional y adaptar mejor sus herramientas a las realidades y procesos de los responsables de la toma de decisiones.
  • Compartir conocimientos y experiencias a nivel nacional y regional.

Creemos que los países podrían informar sobre su enfoque del establecimiento de prioridades en sus Revisiones Nacionales Voluntarias (RNV) para facilitar el aprendizaje entre iguales en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (FPAN). Los Estados miembros deberían compartir sus experiencias sobre cómo sus estrategias se basan en el pensamiento sistémico y cómo se institucionalizan los enfoques para gestionar las compensaciones y las sinergias. Pueden y deben compartir sus evaluaciones políticas, herramientas analíticas y mecanismos de coordinación, entre otras herramientas y acciones, para fomentar la implementación de los ODS en otras naciones.

Si los Estados miembros, con el apoyo de la comunidad científica, aprovechan esta oportunidad y asumen su responsabilidad, quizá uno de los legados de los ODS en 2030 sea que nos han hecho pensar más en los sistemas y las interconexiones. Ese cambio de perspectiva nos situaría en una mejor posición para cumplir todos los ODS, en todas las partes del mundo, sin dejar a nadie atrás, y para lograr condiciones y políticas que impulsen cambios transformadores para la sostenibilidad a largo plazo, más allá de 2030.

Colaboración

Este artículo forma parte de una serie de artículos escritos por investigadores del Instituto de Ambiente de Estocolmo (SEI) y publicados en inglés en colaboración con el IISD. En la serie, los investigadores del SEI examinan las formas de aplicar la Agenda 2030 sin abandonar los principios, diluir los fines o dejar atrás a las personas.

SEI authors

Nina Weitz
Nina Weitz

Team Leader: Global Goals and Systems; Senior Research Fellow

SEI Headquarters

Therese Bennich
Therese Bennich

Research Fellow

SEI Headquarters

Henrik Carlsen
Henrik Carlsen

Senior Research Fellow

SEI Headquarters

Editado y traducido por

Natalia Ortiz

Communications Officer

Communications

SEI Latin America

Camilo Martelo

Communications Assistant

Communications

SEI Latin America

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